Resucita para mí, solo para mí, que tus ojos dejen de ser la luz de mi memoria y enciendan mi alma y corazón. Toma la forma que tenías, nutre tu carne y sangre de cada una de mis azules venas y llena el recorrido de tu voz del deje del eco de la mía del tiempo pasado. Vive, empieza a respirar, que sienta tu calor y pueda abrazar tu pecho y todo tu ser. Vive para mí, te lo mando o destroza mi cuerpo y figura, que seamos tan solo recuerdos, pero recuerdos unidos para siempre.