Este es el primero de los 60 relatos en los que aparece Sherlock Holmes, quien ha llegado a ser tan real para sus lectores como ningún otro personaje literario. Holmes representa las 'virtudes' más sobresalientes del ideal de hombre victoriano: egocéntrico, vanidoso, orgulloso imperialista, cultivado, etc. Mas su creador lo adornó con otras cualidades: un enorme genio deductivo, una misoginia feroz, sin olvidar su afición a ciertas drogas y algunas otras excentricidades. Estudio en Escarlata puso en el mapa de la literatura al detective por excelencia, y lo hizo basándose en un caso real (la desaparición de un panadero alemán en el Londres victoriano). Este es el libro en que Watson, veterano de las campañas en la India, y Holmes, un espigado investigador, se conocen.