La voluntad es la piedra angular del éxito en la vida y uno de los más excelentes rasgos de la personalidad: hace al hombre valioso y le permite lograr sus objetivos. Pero la voluntad necesita ser educada, no se alcanza porque sí, sino tras luchar por cosas pequeñas, una y otra vez. La mejor manera de fortalecerla es a través del orden, la constancia y la disciplina, con alegría. Las dos notas que la potencian son la motivación y la ilusión.