Dejando de lado la indignación que el tema provoca, el autor recorre diversas geografías y épocas --desde los depósitos de arcilla con escritura cuneiforme hasta el saqueo en la Bagdad ocupada por el ejército de Estados Unidos. Este libro es un modesto homenaje a los millones de obras desaparecidas y una advertencia para que se haga de la preservación bibliográfica un compromiso impostergable.