1984 se desarrolla en el superestado de Oceanía, el cual está gobernado por el Ingsoc. Casi toda la población ha perdido los sentimientos y valores tradicionales. La gente ya no se estremece al ver ahorcar a un hombre, es más, lo disfrutan. Los niños son educados con odio para que sientan odio. El Partido sabe que eliminando los sentimientos de afecto entre las personas elimina la posibilidad de rebelión y asociación de masas para derrocarlo del poder. Así, consigue que todo el amor generado en una persona vaya dirigido hacia el Gran Hermano y hacia el Partido en sí mismo. No cabe pues pensar de otra forma que la impuesta por el Partido; es más, no hay otra forma de pensar que la del Partido.