La abadesa de Castro, primera de lasnovelle que conforman las Crónicas italianas de Stendhal, está considerada una joya literaria. Stendhal arranca con una suerte de prólogo sobre el siglo XVI y la mentalidad de los fl orentinos. De repente el tono cambia al de un manuscrito que narra un amor imposible entre un bandido bueno y una joven noble. Como si estuviéramos leyendo una suerte de Decamerón, poco a poco la historia adquiere profundidad psicológica, pasa de lo pintoresco a lo dramático. Los personajes cometen errores, son egoístas y extremadamente crueles, acciones que se justifi can en nombre de ese sentimiento desproporcionado que es el amor en la Italia renacentista.