María tiene muchos nombres, y es para mí un gozo grande llamarla con ellos, dijo san Efrén el Sirio en el siglo IV. Los que aquí se recogen proceden de la Escritura, del Dogma, de la Teología, de los Santos Padres, del Magisterio, de la Liturgia, de los santos, del sentido de fe del pueblo cristiano, de los lugares que ha elegido para aparecerse… y también del corazón y de la poesía. La mariología se reinventa en cada piropo.