Las teorías del caos y de la complejidad, elaboradas en las dos últimas décadas del siglo XX y en lo que va del tercer milenio, han aportado numerosos elementos de juicio, elaboraciones algorítmicas y herramientas de trabajo, susceptibles de utilizarse productivamente en las ciencias sociales, Algunos principios de la dinámica no lineal, tales como la auto-organización, la sensitividad a las condiciones iniciales en escenarios caóticos, las complejidades emergentes de la aplicación recursiva de reglas simples, la independencia de escala y las clases de universalidad, deberían ser bien conocidos por los investigadores, cualesquiera sean sus orientaciones teóricas, Lo mismo se aplica a los algoritmos complejos, principalmente a los sistemas adaptativos, las metaheurísticas evolutivas, las distribuciones de ley de potencia, las redes SOM, la criticalidad auto-organizada y por supuesto la geometría fractal, Paralelamente a estos desarrollos, sin embargo, han surgido algunas corrientes que invocan ideas de complejidad pero que distan de estar debidamente fundadas: la antropología de la complejidad de Edgar Morin, la investigación social de segundo orden, la autopoiesis de Varela y Maturana, las epistemologías heterodoxas de Fritjof Capra y el constructivismo radical, entre otras, En este libro, tras explorar las grandes teorías, los algoritmos puntuales y sus respectivas aplicaciones antropológicas, Carlos Reynoso examina en profundidad esa compleja inflexión (acaso una dialéctica inevitable) entre un conjunto de ideas potencialmente revolucionarias y un discurso que, en último análisis, se inscribe en el orden convencional de la simplicidad y el reduccionismo, Esta demarcación será esencial para comprender mejor el alcance de los genuinos instrumentos complejos y la epistemología que los orienta,