Si tu día tiene 24 horas y tu nivel de energía es limitado, es probable que no cumplas con todos tus objetivos ni atiendas a muchos de tus compromisos. El reloj te controla, cada vez te sientes más estresado y frustrado, y has acabado siendo menos productivo, tanto en lo profesional como en lo personal. ¿Cuál es la solución? Pues «hackear» tu productividad, es decir, explorar y buscar tus actuales limitaciones con el objetivo de aumentarla y maximizar tus resultados.