La segunda novela de Chloe Aridjis retrata la existencia contemplativa de Marie, guardia de seguridad de la National Gallery de Londres. Rodeada de pinturas, sus meditaciones la llevarán a obsesionarse con el significado de las grietas trazadas tanto en la superficie de los lienzos como en las emociones humanas. Sus cavilaciones se verán enfrentadas a raíz de un viaje a Francia en el que buscará comprender el deterioro que imprime el paso del tiempo en el vacío de la existencia.