En las últimas décadas hemos sido testigos tanto en Israel como en todo el mundo judío, del fenómeno del retorno a las raíces, a las fuentes de la historia familiar y comunitaria, a los diversos géneros de su cultura y tradiciones, el arte, la literatura, el folklore, y el renacer de las distintas formas de expresión de las lenguas judaicas ancestrales. Este hecho no se considera solamente como de mera nostalgia, recuerdo de la casa de los padres y abuelos, sino que es parte del deseo subyacente en la mente de las generaciones actuales de recuperar y preservar el legado sefardí y su documentación, estudio y análisis, para divulgarla al público judío y no judío en distintas partes del mundo. La obra que el autor titula Dispersión y reencuentro constituye todo un ejemplo en el marco de dicho desafío.