En la divina comedia reina una verdadera simetría interior, lo que podríamos llamar armonía arquitectónica, que da exquisita proporción a toda la obra. No en vano la divina comedia fue amalgamada en el más ardiente horno de dante: su alma.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información