En la Historia de la Democracia Occidental, existe un antes de la publicación del Espíritu de las Leyes del francés Montesquieu. La genial obra salió a la luz en Ginebra, para evitar problemas con las autoridades francesas, en 1748 y es fruto de una minuciosa investigación de su autor, durante veinte años. Tuvo un éxito extraordinario y anunció las pautas que debería seguir cualquier buen gobierno que se preciara de serlo. Junto con El Contrato Social de J.J. Rousseau y Qué es el tercer Estado del abate Sieyés, constituye la trilogía de obras que más contribuirían a la Revolución Francesa de 1789.