En El licenciado Vidriera, Cervantes aborda el tema de la locura, cono en Don quijote de la Mancha. Los dos protagonistas poseen un cierto grado de extravío pasajero. Don Quijote, en su locura, toma las armas para hacerse caballero y sigue con ellas hasta que recupera la cordura. El licenciado Vidriera, mientras vive con su locura, utiliza solamente el don de la palabra, pero al final, cuando recupera el juicio, toma las armas y se hace soldado.