Esta obra presenta de forma muy somera la idea de lo que es un ser vivo. Las hormigas lo son, al igual que el pasto y las vacas. Todos ellos absorben nutrientes del entorno en que habitan, mientras crecen, para luego reproducirse y al final morir. Tanto las piedras como el agua y el aire no están animados, y todos los seres vivientes no lo serán por siempre: en algún momento han de convertirse a su vez en elementos inertes que vuelven a asimilarse en la tierra: También pueden tornarse en alimento para otros organismos del ambiente, desde semillas, plantas e insectos hasta animales mayores. Esta coexistencia y transformación de materia viva en no viva y viceversa ha existido por miles de millones de años.