La eficacia de un material lingüístico moderno no se mide sólo por su corrección,
sino también por su capacidad de adecuarse a la situación comunicativa en la que nace.
Por ello, un libro de texto tiene que ser capaz de identificar, entre los recursos
que el español ofrece, aquellos que mejor se ajusten a la circunstancia comunicativa
y a sus lectores potenciales.
La presente obra es de importancia fundamental en la formación del estudiante
preuniversitario, pues lo provee de recursos comunicativos eficaces y lo orienta en la
selección de los más adecuados, a través de prácticas atractivas, llanas e inductivas.
Además, las actividades propuestas favorecen el uso reflexivo del idioma y solucionan,
de manera definitiva, diversos aspectos normativos, que las metodologías tradicionales
empleadas en otros estadios del aprendizaje no han conseguido fijar en el alumno.