Queridas alumnas, queridos alumnos. Ustedes están por terminar una etapa de su vida: la secundaria. Con ella cierran un ciclo y empiezan otro. Quizá experimenten sentimientos y pensamientos encontrados y tengan prisa por saber qué les espera más adelante, a la vez de que resistan a dejar a sus amistades, profesores y profesoras. No hay de qué preocuparse: lo valioso perdurará. Las amigas y los amigos verdaderos seguirán siéndolo; las y los profesores estarán donde los conocieron, y acaso, si lo desean, puedan visitarlos y charlar con ellos para contarles sus nuevas experiencias. Por otra parte, cada uno se lleva consigo sus conocimientos y valores. Aunque no lo parezca, ahora cuentan ustedes con más elementos para la toma de decisiones que cuando dejaron la escuela primaria, y en este curso obtendrán más herramientas para que estas decisiones sean libres, autónomas y, sobre todo, responsables y éticas. Así estarán preparados para cuando adquieran la mayoría de edad y puedan ejercer sus derechos políticos y participar directamente en la construcción de la democracia y en la organización de éste, si país.
