Aquí volvemos a encontrarnos con Francesco, quien tras una estancia en el cielo donde recibió el consejo y las enseñanzas de los grandes maestros tiene el privilegio de volver a nacer, ahora en el cuerpo de Agustín. Aún recuerda lo aprendido durante su estancia en el plano superior y es momento de aplicar este conocimiento para darle significado a su nueva existencia.