Como todo gran escritor cuyo nombre ha suscitado un adjetivo ("dantesco", "borgeano"), Kafka se ha convertido en referencia, motivo y personaje de ficciones ajenas. En el ensayo "Kafka y sus precursores", Borges reconoce la "voz" o los "hábitos" de Kafka en textos muy distintos y distantes entre sí: "El hecho es que cada escritor crea a sus precursores. Su labor modifica nuestra concepción del pasado, como ha de modificar el futuro". En tal sentido Galaxia Kafka incluye una parábola del rabino Nachman de Breslov versión de Martin Buber. También, un cuento de Hawthorne donde se puede reconocer retrospectivamente la "inquietante extrañeza" de Kafka.