El I Ching o El libro de las Mutaciones, texto oracular de tiempos mitológicos, es una de las manifestaciones más importantes de la literatura universal. Contiene la sabiduría aforística de los chinos reunida durante 3 000 años en materia de estrategia política, filosofía de la vida y pensamiento religioso, y forma una raíz conjunta y conciliadora de las doctrinas de Confucio y Lao Tse. Sirvió de guía a pensadores y estadistas de China (y del Japón), y a sus pueblos, desde mucho antes de Confucio y hasta Mao Tse Tung. Esta obra ha ejercido una influencia notable en las ciencias, la psicología y la literatura de Occidente; en ella se inspira, por ejemplo, El juego de abalorios de Hermann Hesse y El hombre en el castillo de Philip K. Dick; también, mediante los símbolos del I Ching, Octavio Paz caracterizó en un prólogo a los poetas incluidos en una antología de la poesía mexicana. Fundamentalmente, el I Ching brinda sus servicios a quien busca soluciones en las encrucijadas de la vida, y en un plano espiritual enseña la trama de las relaciones cósmicas a quien penetra más profundamente en su estudio.