Entre las pocas cosas que la mayoría de los mexicanos recuerdan sobre la trágica guerra de 1847 –aparte, por supuesto, de los Niños Héroes–, la leyenda del batallón de San Patricio ocupa un lugar preponderante en el imaginario popular. En realidad, lo que se sabe de esos soldados es casi nada: que eran irlandeses, que desertaron del ejército norteamericano, que se decidieron a pelear por México debido a que eran católicos y que al final, al perderse la guerra, ellos perdieron la vida, ejecutados por los invasores. Libro interesante y ameno, José Guadalupe O’Hara: El brujo de Churubusco es una novela histórica con elementos fantásticos. El ambiente coyoacanense contemporáneo sirve de marco a la narración de los actos de valor y tragedias vividas por aquellos sanpatricios. Su autor perteneció a una generación de mexicanos que hicieron época en los medios de comunicación masiva, y que se caracterizaron por su sólida cultura. Jorge Labardini, en este libro que se publica póstumamente, nos lega esa condición de hombre culto y de mexicano preocupado por el pasado de su patria.