Agustín, primer orador de Roma, tenía el corazón vacío e inquieto. Buscaba a Dios en el mundo, pero Dios lo esperaba en sí mismo.nnu00bfQuién era este Dios que había venido a su encuentro? Para poder hablar de Él, u00bfno habría que hablar con Él?n
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información