Las circunstancias reales que motivaron a Tolstói a escribir esta obra fue por un suceso real: un magistrado del tribunal de Tala, Iván Ilich, había muerto tras una larga enfermedad con grandes sufrimientos que le impresionaron profundamente.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información