Esa oveja negra no me obedece, se quejaba Polo, el perro ovejero del pastor.´ ´¡Y piensa demasiado! Las ovejas no necesitan pensar. ¡Yo pienso por ellas!´ Una tarde, de pronto, comenzó a nevar; las ovejas estaban solas. Y, a cuál de ellas se le ocurrió