En un último esfuerzo artístico, un escritor gravemente enfermo concibe un texto que constituye un testimonio visceral y a veces perturbador de sus experiencias, y de la lucha del ser humano por la dignidad en circunstancias extremas. Imre Kertész transforma así la crónica de su "antesala de la muerte" en una obra de una sinceridad radical y una lucidez abrumadora, con la escritura siempre en el horizonte, como justificación de su existencia.
"Un libro de despedida de la vida, una obra y un documento memorable, de uno de los más grandes escritores de la segunda mitad del siglo XX".