nttttt En muchas ocasiones, aun sin quererlo, todos hemos juzgado a alguien por su imagen.u00a0Ese primer impulso humano de rechazar a un individuo por su aspecto fue lo que incitó au00a0la periodista y escritora Mónica G. Álvarez a investigar sobre lo que nos transmite unau00a0persona cuando la conocemos. La cara fue el punto clave de su investigación. En éstau00a0fue esencial la aportación de una desconocida ciencia denominada psicomorfología, queu00a0afirma que el cuerpo y la mente están relacionados, que el estado de uno influye sobre elu00a0estado del otro y que a través de la observación del rostro se puede analizar lau00a0asociación e interacción entre ellos. u00bfQué rasgos determinan quién es un asesino enu00a0serie? u00bfO un terrorista? u00bfQué delata a un pedófilo? u00bfPodemos saber si nuestros hijosu00a0son psicópatas en potencia? Había millones de preguntas pero un solo lema:u00a0comprender y no juzgar. En Las caras del mal, la autora se centra en indagar en losu00a0entresijos de la maldad. En su recorrido la han acompañado dos de los expertos enu00a0psicomorfología más reconocidos de España, que han analizado el rostro de parricidas,u00a0serial killers, pederastas, dictadores, terroristas, asesinos en masa y de mujeres,u00a0magnicidas e, incluso, niños, completando una obra que provocará en el lector unu00a0verdadero conflicto moral. Porque las apariencias siempre engañanu2026 Así que, u00bfseu00a0atreverá usted a seguir juzgando cuando termine este libro?ntttt
