Es un hecho que todos nos parecemos a un pez. Algunos, a una sardina; otros a una anguila eléctrica y otros más a una amenazante barracuda. Sofía, en cambio, es toda una sirena, solo que su especie está en peligro de extinción. Ahora tendrá que encontrar la forma de sobrevivir en un mar donde hay que nadar a contracorriente.