Antonio Colinas da en Memorias del estanque un nuevo salto creativo para desvelarnos los momentos que han sido esenciales en su vida: los que cooperaron, sobre todo, a su crecimiento interior, pero también a una flexible comunicación con otras culturas, a semblanzas inusuales de algunos de los escritores más notables del pasado siglo, a experiencias como las de sus años en Italia o en la isla de Ibiza, a sus lecturas y a una honda y poética visión de la realidad.