A Bruce el oso le gusta quedarse solo. Eso, y comer huevos. Pero cuando sus huevos de gallina duros se vuelven reales, gansos vivos, comienza a perder el apetito. Y lo que es peor, los pichones están convencidos de que es su madre. Bruce intenta que los gansos vayan al sur, pero parece que no puede deshacerse de sus nuevos compañeros.