Vivimos un mundo de interdependencia donde, para crecer, se requieren liderazgos pero no necesariamente jerarquías riqueza y no salarios mínimos. Innovemos, creemos futuro,juntos. La tecnología era sinónimo de premios Nobel, ya no, la economía digital abre las puertas como un gran igualador pues depende de la capacidad innovativa de las personas y ya no de su capacidad económica.