El fuego muestra -a quien se le queda mirando- mundos distintos. Su crepitar detienen el tiempo, cambia el espacio y nos conduce directamente hacia un sitio donde los sueños son camino, donde las palabras al morir dan vida y donde las historias vuelven a ser parte del espíritu humano.
Este libro está hecho despacito y está hecho para leerlo así, sin mucha prisa. En él encontrarás 34 metáforas, 34 preguntas para tu mente y corazón, 34 invitaciones a mirar el fuego, a reunirte en torno a la hoguera a compartir las historias de la tribu y a simplemente disfrutar… disfrutar de la luz y del calor… disfrutar del calor.