Tras la catástrofre, los pocos humanos y miembros de los que llegaron antes que quedaron, pactaron una tregua y decidieron trabajar juntos para intentar restablecer el orden y la civilización. Por desgracia los miembros de la Primera Civilización eran cada vez menos. Y tras ser conscientes de que su extinción se acercaba, decidieron aparearse con los humanos con el fin de que su sangre perviviera.