Esa mujer le había roto el capullo, forzándolo a una actividad que no había querido hacer: pensar. El polvo es despiadado cuando se asienta en la vida de un hombre. Pietro Clostermann ha dejado que se acumule por su cuenta durante años y no tiene intención de sacudirse. Como ha perdido injustamente el puesto de jefe de seguridad de una gran empresa, es una persona desempleada que levanta demasiado el codo y tiene como único amigo un gato al que nunca ha dado nombre. Pero está bien con él: si no te unes a nadie, nadie puede decepcionarte. Entonces, una mañana, un vecino mayor que necesita ayuda aparece en su puerta; su vida también está destruida, porque unos meses antes su hija Silvia fue asesinada en circunstancias que la policía no sabía o no quiso aclarar. Pietro no tendría título para interferir en esa historia, y en la estación de policía hay al menos una persona que no estaría muy feliz de verlo reaparecer frente a él; sin embargo, lástima por la mujer, se obliga a aceptar el desafío. El polvo comenzará a levantarse lentamente, liberándolo de la agradable narcosis de la indiferencia, pero no hay oportunidad de redención sin un precio a pagar. Y el destino a veces lo encuentras justo en el camino que estabas haciendo para evitarlo. Pocos escritores saben cómo empujar el ojo negro hacia los pliegues ocultos de la realidad y la psicología. Enrico Pandiani se encuentra entre ellos, y lo hace contando un puñado de existencias que intentan reaccionar ante el mal, en el contexto de un Turín multiétnico y postindustrial que recuerda los suburbios de la gran metrópoli. es al menos una persona que no estaría muy feliz de verlo reaparecer; sin embargo, lástima por la mujer, se obliga a aceptar el desafío. El polvo comenzará a levantarse lentamente, liberándolo de la agradable narcosis de la indiferencia, pero no hay oportunidad de redención sin un precio a pagar. Y el destino a veces lo encuentras justo en el camino que estabas haciendo para evitarlo. Pocos escritores saben cómo empujar el ojo negro hacia los pliegues ocultos de la realidad y la psicología. Enrico Pandiani se encuentra entre ellos, y lo hace contando un puñado de existencias que intentan reaccionar ante el mal, en el contexto de un Turín multiétnico y postindustrial que recuerda los suburbios de la gran metrópoli. es al menos una persona que no estaría muy feliz de verlo reaparecer; sin embargo, lástima por la mujer, se obliga a aceptar el desafío. El polvo comenzará a levantarse lentamente, liberándolo de la agradable narcosis de la indiferencia, pero no hay oportunidad de redención sin un precio a pagar. Y el destino a veces lo encuentras justo en el camino que estabas haciendo para evitarlo. Pocos escritores saben cómo empujar el ojo negro hacia los pliegues ocultos de la realidad y la psicología. Enrico Pandiani se encuentra entre ellos, y lo hace contando un puñado de existencias que intentan reaccionar ante el mal, en el contexto de un Turín multiétnico y postindustrial que recuerda los suburbios de la gran metrópoli. El polvo comenzará a levantarse lentamente, liberándolo de la agradable narcosis de la indiferencia, pero no hay oportunidad de redención sin un precio a pagar. Y el destino a veces lo encuentras justo en el camino que estabas haciendo para evitarlo. Pocos escritores saben cómo empujar el ojo negro hacia los pliegues ocultos de la realidad y la psicología. Enrico Pandiani se encuentra entre ellos, y lo hace contando un puñado de existencias que intentan reaccionar ante el mal, en el contexto de un Turín multiétnico y postindustrial que recuerda los suburbios de la gran metrópoli. El polvo comenzará a levantarse lentamente, liberándolo de la agradable narcosis de la indiferencia, pero no hay oportunidad de redención sin un precio a pagar. Y el destino a veces lo encuentras justo en el camino que estabas haciendo para evitarlo. Pocos escritores saben cómo empujar el ojo negro hacia los pliegues ocultos de la realidad y la psicología. Enrico Pandiani se encuentra entre ellos, y lo hace contando un puñado de existencias que intentan reaccionar ante el mal, en el contexto de un Turín multiétnico y postindustrial que recuerda los suburbios de la gran metrópoli. Pocos escritores saben cómo empujar el ojo negro hacia los pliegues ocultos de la realidad y la psicología. Enrico Pandiani se encuentra entre ellos, y lo hace contando un puñado de existencias que intentan reaccionar ante el mal, en el contexto de un Turín multiétnico y postindustrial que recuerda los suburbios de la gran metrópoli. Pocos escritores saben cómo empujar el ojo negro hacia los pliegues ocultos de la realidad y la psicología. Enrico Pandiani está entre ellos, y lo hace contando un puñado de existencias que intentan reaccionar ante el mal, en el contexto de un Turín multiétnico y postindustrial que recuerda los suburbios de la gran metrópoli.
