Al estilo de un Milan Kundera tropical, Escobar va desgranando las sucesivas ma?scaras que se colocan muchos de los personajes para sobrevivir profesional y socialmente. El oportunismo, la indolencia y hasta el radicalismo son algunas de las caretas obligatorias para el carnaval poli?tico del que forma parte. Algunas veces logra atisbar el rostro debajo y siente el imperioso deseo de huir espantado. [?]// Esta novela es, por todo eso, la descripcio?n de un suicidio profesional y social. La puntual narracio?n de co?mo la llama de una utopi?a quemo? las alas de una generacio?n de cubanos, con la anuencia y el benepla?cito de muchos de ellos. Reinaldo Escobar, que ardio? en ese fuego, ha tenido el valor de contarlo.