El pobre Duncan solo quiere colorear. Pero cuando abre su caja de crayones, solo encuentra letras, todas diciendo lo mismo: ¡Sus crayones han tenido suficiente! ¡Ellos renunciaron! Beige Crayon está cansado de tocar el segundo violín de Brown Crayon. El negro quiere ser usado para algo más que delinear. El azul necesita un descanso para colorear todos esos cuerpos de agua. Y el naranja y el amarillo ya no hablan, cada uno cree que es el verdadero color del sol.
¿Qué puede hacer Duncan para apaciguar a todos los crayones y hacer que vuelvan a hacer lo que hacen mejor?
