Los padres y madres de hijos varones formamos una especia de club. Hemos sido bendecidos por muchas cosas. Excepto por una casa tranquila. Nuestros hijos nos reclaman una paciencia casi infinita y nos regalan –entre juegos y partidos–su energía, su amor incondicional y su alegría.
Este libro –escrito por una madre de hijos varones– está dedicado con muchísimo amor a cada hijo. Lleno de ternura e ingenio será para él un regalo diferente. Porque, a veces, las urgencias de todos los días no nos dejan un instante para decirle muchas cosas que sentimos, para hablarle del orgullo y del significado tan especial que él ha dado a nuestra vida.