En enero de 1933, los trabajadores que formaban parte de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) marcharon en las calles, manifestándose y creyendo que estaban comenzando una revolución. De alguna manera durante las manifestaciones, dos guardias resultaron heridos. El intento del gobierno de acabar con ese celo revolucionario llegó a un punto trágico y veinticuatro personas murieron durante el incidente. La violencia en Casas Viejas contribuyó al levantamiento tres años después que se convirtió en la Guerra Civil Española.