El catedrático Juan Manuel Barrientos se dirige al Centro Históricou00a0de la ciudad de México. Aún padece la resaca por la juerga de la víspera, pero sabe que lo esperan sus alumnos para realizar una visita por los edificiosu00a0coloniales más emblemáticos. Cuando comprende que ellos no acudirán a la cita, decide realizar el recorrido en solitario como si de las estaciones deu00a0un viacrucis se tratara. Guía de los fantasmas que lo atormentan, se detiene en diversas cantinas mientras devela no sólo la arquitectura de la ciudad,u00a0sino también un desolado paisaje interior.