Audrey Whitticomb tiene dieciséis años y nada que temer. Su madre es la superheroína Mornig Star, protectora de las Ciudades Gemelas, quien mantiene a salvo a la población. nPero una noche, en un callejón oscuro, Audrey se enfrenta con algo de apariencia humana, que, sin embargo, poco tiene que ver son una persona: está cubierto de escamas, tiene garras y luce una amplia sonrisa maléfica. Entonces descubre la verdad: su madre no combate el crimen, si no que lucha contra los atormentadores demonios despiadados que quedaron atrapados en el inframundo hace miles de años, del que algunos lograron escapar. n