Desde su primer cortometraje en 1966, Harun Farocki ha producido una vasta obra en la que la escritura y el cine son concebidas como actividades complementarias con las que interrogar la producción de imágenes de la sociedad contemporánea. Farocki pertenece a la generación posterior a la de los prominentes directores del "Nuevo Cine Alemán" acusó de "conformarse con la idea que todo el mundo tenía acerca de lo que se suponía que debía ser el cine".