Durante toda su vida ha recaído sobre él la maldición de poder leer las mentes. Conoce los pensamientos más secretos, los miedos y los deseos de los demás como si fueran los suyos propios. Durante años, su esposa Gail, también telépata, ha servido como escudo entre Jeremy y el peso terrible de ese poder. Pero tras la muerte de Gail, Jeremy es de nuevo vulnerable al caótico fluir de pensamientos ajenos que amenazan con destrozar su cordura.