Una obra directa que explora las demandas de la "individualidad" y rechaza las concepciones extremas sobre los requerimientos de la autonomía. Appiah tiene cosas sabias y originales que decir sobre la inevitabilidad del modo en que el Estado liberal afecta la vida íntima de los ciudadanos. Concluye con una firme defensa del cosmopolitismo arraigado. Sus argumentos son directos y transparentes.