Franklin siempre se divierte jugando con sus amigos. Pero él siempre elige los juegos y esto molesta a Oso. Al darse cuenta de que por su actitud ya no tiene con quién jugar, Franklin aprende una lección que le servirá para toda la vida. Este libro muestra a los niños que siempre deben tener en cuenta las inquietudes y deseos de las personas que los rodean