nttttt Si antes había respondido a la pregunta de por qué las mujeres aman a los pendejos y redactó un tratado de etiqueta para saber cómo enfrentar los erroresu00a0involuntariosu00a0(término políticamente correcto para hacer alusión a lasu00a0pendejadas) de los otros; además de aprovechar la oportunidad para hurgar en los anales (sin albur) de la historia, primero de México (incluyendo sus procesos electorales), de la II Guerra Mundial y de los mundiales de futbol, u00bfpor qué no iba a hablar de sexo?A partir de dos sucesos que atraparon la atención del mundo: la publicación de unau00a0bestselleru00a0erótico-sadomasoquista muuuy conocido y las peripecias de un líder político que armó su propia red de prostitución con las edecanes que contrataba para los actos de su partido.u00a0ntttt