Nada como el humor para curar los efectos colaterales que políticos, líderes sindicales y gobernantes provocan con sus errores involuntarios. Por esa razón (y dado que era imposible ponerlos todos en un solo libro), Antonio Garci continúa con su recorrido histórico e histérico para demostrar por qué ahora, más que nunca, cobra vigor el adagio popular como México, no hay dos. En este libro, no hay buenos ni malos, héroes o villanos; sólo hay pendejos, con lo cual descubrimos que los grandes personajes de la historia eran exactamente como nosotros