Esta novela de Ignacio Manuel Altamirano, de escritura fluida y fácil de entender, se destaca por la manera de retratar la vida y costumbres del México de finales del siglo XIX. Todo comienza en el pueblo de Yautepec, en el estado de Morelos, donde vivían doña Antonia y su hija Manuela, joven de extraordinaria belleza. Doña Antonia quería casar a Manuela con el herrero del pueblo, Nicolás, pero ella se resistía, porque amaba en secreto al Zarco, líder de los plateados, una banda de forajidos que aterrorizaba la zona con un sinfín de fechorías; ellos se veían al anochecer, siempre a escondidas, en el huerto de la casa de doña Antonia... hasta que un día deciden fugarse.
